domingo, 28 de mayo de 2017








EFECTO MOZART
El llamado ‘Efecto Mozart’ sigue debatiéndose en el mundo científico. ¿Es posible atenuar los efectos de enfermedades como el Alzheimer a través de audiciones de la música del genio MOZART? ¿Puede demostrarse que desarrolla la inteligencia en los niños?.
En 1993, tres investigadores del Centro de Neurobiología del Aprendizaje y la Memoria de la Universidad de California en Irvine publicaron un artículo en la prestigiosa revista ‘Nature’. El artículo se titulaba Música y ejecución en tareas espaciales y, a pesar de que ocupaba menos de una página, supuso el comienzo de todo un fenómeno científico y social sin precedentes. Los investigadores expusieron a sus sujetos de experimentación a tres condiciones distintas. Un grupo escuchó durante diez minutos la Sonata para Dos Pianos en D Mayor (K448) de Mozart. Otro grupo escuchó una grabación con instrucciones para relajarse, también durante diez minutos. El tercer grupo se mantuvo, durante el mismo tiempo, en situación de absoluto silencio. Inmediatamente después de cada una de estas tres condiciones, los sujetos debían realizar tareas que medían su inteligencia espacial. Los resultados fueron sorprendentes. Aquellos sujetos que habían sido expuestos a la sonata de Mozart obtenían puntuaciones ostensiblemente mejores en las pruebas de inteligencia espacial que los otros dos grupos. Los efectos eran sólo temporales, ya que más allá de unos 10 a 15 minutos, los tres grupos no diferían entre sí. Pero la conclusión era muy evidente: escuchar a Mozart es beneficioso para nuestro rendimiento intelectual, particularmente en tareas de razonamiento espacial. El ‘efecto Mozart’ había nacido para la Ciencia.

EXPRESIÓN DE GENES

El Efecto Mozart también se demostró en ratas. Si se expone a estos animales a la música de Mozart incluso desde antes del nacimiento, mientras aún están en el útero materno, y se continua estimulándolas hasta la edad de 60 días, luego son más rápidas a la hora de aprender cómo moverse por un laberinto. 

ANTE LA EPILEPSIA Y EL ALZHEIMER

A aquel estudio le siguieron muchos otros. Con gran asombro, se fue descubriendo que sujetos con epilepsia severa presentaban menor cantidad de descargas epilépticas tras escuchar unos minutos a Mozart, o que pacientes con enfermedad de Alzheimer veían mejorar su ejecución en tareas de inteligencia espacial. Otro descubrimiento fue que niños con edades entre los 3 y los 12 años mejoraban enormemente su capacidad de razonamiento espacial si recibían clases de música, sobre todo si el material didáctico incluía de forma preferentemente piezas de Mozart.


EL COMPORTAMIENTO DE LOS BEBÉS

Se trata de una influencia muy positiva que logra mejorar el desarrollo creativo e intelectual de los niños .Son varios los estudios que muestran la gran influencia que tiene la música en los bebés, incluso cuando todavía se encuentran en el vientre materno. Se cree incluso que la música escuchada durante el periodo de gestación por el futuro bebé es recordada tras su nacimiento y al menos durante el primer año, las melodías son asociadas a los periodos de paz que disfrutaban dentro del útero de la madre y logran tranquilizarlos cuando están nerviosos. Sería interesante leer también el post juguetes sonoros para bebés para comprender la importancia de los sonidos en el desarrollo del bebé.

La música comienza a influir en los bebés desde la semana 20 de la gestación, los bebés pueden oír desde ese momento y por eso, algunos expertos recomiendan que se les hable a pesar de que no comprendan lo que se les dice. Lo mismo ocurre con la música, esta se puede convertir en un sonido familiar que actuará como referencia tranquilizadora, por eso también se recomienda a las futuras mamás que disfruten el efecto Mozart y de las bondades que brinda a sus hijos. Recomendamos las composiciones de Wolfgang Amadeus Mozart seleccionadas por el músico y maestro Don Campbell con el propósito de estimular la mente de los bebés y a su vez, proporcionar un ambiente de paz y tranquilidad. Podemos elegir entre varios cd’s incluidos en el programa el efecto Mozart, cada uno indicado para las distintas etapas en las que se encuentra el niño desde el mismo embarazo. Cada obra se ha elegido cuidadosamente teniendo en cuenta muchos aspectos, la tonalidad, los tempos de cada obra, la textura musical, todos estos aspectos varían dependiendo de la selección. El resultado es una experiencia educadora y enriquecedora para cada etapa infantil.

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